CV incorpora novedosa técnica de Láser Verde para intervención de la próstata

Clínica Vespucio se convierte en el primer establecimiento privado del sector suroriente de Santiago en incorporar a sus prestaciones médicas la técnica quirúrgica denominada Láser Verde, la más avanzada y con menores efectos secundarios para curar la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP).

Esta técnica de criocirugía, que cura la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP), ya se encuentra en la clínica para su uso y supone el avance más importante que se ha realizado en los últimos 25 años para el tratamiento de esta patología, que afecta a millones de varones en todo el mundo.

Se estima que la enfermedad afecta al 25% de los varones mayores de 50 años, proporción que aumenta hasta alcanzar a la mitad de la población masculina de 60 años y al 80% de los de 80 años. Hasta ahora, los tratamientos convencionales indicados para resolver esta patología han sido la resección transuretral y la cirugía abierta, los que resultan ser más invasivos.

Clínica Vespucio se convierte en el primer establecimiento privado del sector suroriente de Santiago en incorporar a sus prestaciones médicas la técnica quirúrgica denominada Láser Verde, la más avanzada y con menores efectos secundarios para curar la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP).

Según explica el urólogo del establecimiento, doctor Juan Carlos Frías, esta técnica es un método mínimamente invasivo que consiste en utilizar un láser que logra una vaporización de la próstata. “El método de Vaporización Fotoselectiva de la Próstata por Láser Verde ofrece resultados duraderos disminuyendo los efectos negativos de las opciones quirúrgicas tradicionales”, explica el especialista.

La HBP consiste en una hiperplasia (aumento) de las glándulas que por razones de tipo hormonal, llevan a agrandar la próstata, pudiendo ocasionar obstrucción al flujo urinario, infecciones, sangramiento e insuficiencia renal, en casos avanzados. Entre las personas que presentan este mal, alrededor del 50% requiere de algún tipo de tratamiento, ya sea farmacológico o quirúrgico, dependiendo del grado de evolución de la enfermedad y sus complicaciones.

Para detectar a tiempo esta enfermedad es fundamental que todo hombre mayor de 45 años se realice un chequeo médico periódico, tenga o no síntomas de alguna patología. En caso que se manifestaran algunos de los siguientes síntomas, se hace imprescindible la visita a un especialista: Dificultad para el inicio de la micción, sangre en la orina, necesidad de orinar dos o más veces por noche, flujo de orina débil y urgencia miccional (necesidad imperativa de orinar).

Hasta hace pocos años, el procedimiento indicado para tratar pacientes con una hiperplasia de gran tamaño (mayor de 80 cc.) era la cirugía abierta, técnica denominada prostatectomía simple. La intervención supone un ingreso hospitalario de entre 5 y 7 días y un riesgo de transfusión de entre el 13 y el 20% de los casos. Además, la cirugía abierta aplicada a HBP puede ocasionar incontinencia entre el 3 y el 5% de los pacientes e impotencia en un porcentaje del 8 al 15%.

El láser KTP, en cambio, es una fibra láser de color verde (de ahí el sobrenombre), que funciona mediante un haz de luz con una longitud de onda de 532 nanómetros. Al ser un método poco invasivo, las probabilidades de infecciones y sangrado son mínimas ya que el tejido que no es vaporizado se coagula.

Por otro lado, esta técnica quirúrgica puede administrarse en régimen ambulatorio o con un ingreso hospitalario mínimo, entre 12 y 24 horas; posee un alivio rápido de los síntomas y permite una pronta recuperación de la actividad normal del paciente.

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